velando tus naufragios en las noches
en que nadie responde, en las heladas
madrugadas vacías, en las tardes
de desesperación y de locura.
Pon en duda, si quieres, que la Tierra
gire en el desolado precipicio
del espacio infinito alrededor
del Sol, o que los astros sean fuego,
o que el amargo río de la vida
desemboque en la muerte.
Pero nunca dudes de que, en la
fiebre del fracaso o en la sed de
la angustia, en el abismo
de la ansiedad y del desasosiego,
estoy aquí, amor mío, estoy aquí.
Aunque tú no me veas ni me oigas.
Luis Alberto de Cuenca,
(Sin miedo ni esperanza)©
AMOR QUE NO DEVASTA
NO ES AMOR, jayyam.
....................................................................................................No conozco nada mejor que tú
que no encuentre ya en nosotros.................................................................................................
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