21 julio, 2008

LOS MARES DE WANG


Gabi Martínez narra el viaje que hizo por la costa china junto a su traductor Wang, un veinteañero del interior que jamás había visto el mar, y nos conduce en su periplo hasta las orillas de una realidad aparentemente remota, pero inevitablemente inmediata. Nos asoma a lo inminente a través de Wang, un chico educado en los valores comunistas que descubre una China tan inesperada que le perturba devastadoramente.


Desde la frontera con Corea del Sur hasta Vietnam, Los mares de Wang nos muestra la vida en la región China que está cambiando el mundo. Del legado alemán en la olímpica Qingdao a la desbritanización de Hong Kong; de los casinos de Macao a los canales de Suzhou; de los rascacielos de Shanghai a las playas de la Isla de los Mares del Sur.


Más allá de la mera observación, Gabi Martínez se acerca a la gente, se sumerge en los ambientes, acepta la compañía de los sujetos más extravagantes, alterna los más variados medios de transporte, frecuenta casinos y playas, para ofrecer un libro sincero, inteligente y profundo que nos aboca a una intensa reflexión sobre los aspectos más sustanciales de nuestra vida individual y colectiva. Un viaje que explica dos Chinas. O cómo un país estalló ante Wang.



RASGA_DOS

Sacó todo el dinero del banco.
Se compró un lienzo en blanco.
Dibujó olas y un horizonte donde poder esconder los dias.
Y se tragó el cuadro para convertirse en la isla desierta de la que
rescatar el tesoro de sus futuros naufragios.
Vuelve a ser verano y tu piensas en vampiros. En bosques silenciosos llenos
de penumbra. En animales y noches con sabor a humedad y casas abandonadas.
Se enamoró de la corteza de los árboles chinos.
Escribió sobre la piel de porcelana de sus mujeres.
Atravesó lienzos con sus labios.
Y al final echó a correr
huyendo otra vez
sin lograr despertar de aquel sueño
donde le perseguían farolillos rojos
y la lengua cruda y fría de una mujer de ojos rasgados.

07 julio, 2008

COKE


No llores por mí...

Me has dado un hogar donde cobijarme, me has proporcionado alimento y sobre todo, me has dado tu amor y tu compañía. Lo último que querría es verte sufrir por mí. Ahora que no estoy contigo, no quiero verte triste. Deseo que cuando pienses en mí sonrías, pues así sabré que mi recuerdo te hace feliz. Quiero que recuerdes los buenos momentos que compartimos, nuestras muestras de cariño, nuestros juegos...y si alguna vez te defraudé, o me porté mal, perdóname. Y, por favor, no tires mis juguetes, ni mi cama, ni mis cosas, porque en este mundo hay muchos otros colegas que viven en soledad, tristes, sin cariño...muchos que darían su vida por compartir la tuya. No, no lo digas, no digas que no quieres tener más animales...eso me hace pensar que el tiempo que estuve contigo no te hice feliz. Por favor, que mi muerte no sea en vano, que sirva para que otro tan parecido a mí descubra el verdadero amor y el cariño. No estés triste...yo no lo estoy, porque sé que guardarás ese rinconcito especial en tu corazón ...para mí, por siempre y durante toda tu vida.


Franz Kafka dijo una vez:


Aquí reposan los restos de una criatura que
fue bella sin vanidad,
fuerte sin insolencia,
valiente sin ferocidad y
tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos.



GRACIAS POR TODO COKE
POR HACERME REÍR
POR ENSEÑARME A AMAR SIN CONDICIONES
COMO TÚ
Y POR HABERME HECHO
MUCHO MEJOR PERSONA

GRACIAS AMIGO
NUNCA TE OLVIDARÉ

...TE QUIERO SIEMPRE...

PORQUE TÚ Y YO
LO HEMOS ENTENDIDO TODO