21 octubre, 2009

SALMOS


quiero que sepas que llegué allí
tardé cuatro días en recorrer 800 kilómetros
me escondí para pasar los controles
entré en una lamasería donde hacía 10 años que no pisaba un extranjero
dormí con los monjes
estuve cinco días sin ducharme
ví a los buitres devorar restos humanos
compré 20 banderas con salmos
cada una de un color
cogí una estaca
subí a la montaña sagrada
llegué arriba casi sin aliento
escribí sobre las telas 20 nombres que me componen
até un extremo al palo mayor en lo alto de la montaña
el otro a la estaca
me arrodillé
miré alrededor y respiré hondo
estaba solo
los cuervos me observaron
recé en silencio
y abandoné aquel lugar.

desde entonces el seco viento de la meseta tibetana
susurra vuestro nombre entre salmos
a valles muy viejos
a cielos muy azules.

te llevo conmigo siempre