28 noviembre, 2007

BOBBY FISCHER SE FUE A LA GUERRA

El duelo del siglo en clave política

Fruto de cientos de entrevistas, Bobby Fischer se fue a la guerra narra cómo la histórica partida de 1972 contra el ruso Boris Spassky fue, más que una pulseada entre dos maestros, una guerra intelectual entre dos superpotencias.


Desde los tiempos de la Gran Guerra Patriótica, como llaman los rusos a la Segunda Guerra Mundial, el ajedrez vivió bajo el dominio soviético. La amenaza de un francotirador estadounidense, por más que los peones fueran su única munición, ponía en duda todo el sistema. No es casualidad que durante el enfrentamiento por el título mundial en Islandia intervinieran Nixon, Kissinger, la CIA, el FBI, la KGB y el Comité Central del PC. David Edmonds y John Eidinow, dos investigadores como sólo tiene el periodismo anglosajón, cuentan aquellos meses del verano de 1972 en el libro Bobby Fischer se fue a la guerra (Debate), fruto de cientos de entrevistas, entre las cuales sólo falta la del protagonista.




La obra, que en muchas fases puede leerse como una novela de John Le Carré, explica con clarividencia la complejidad casi infinita del ajedrez y sitúa el encuentro en su contexto sociopolítico, que explica el hecho de que una competencia menor acaparara decenas de portadas, con informaciones que parecían partes de guerra, mientras el mundo vivía la crisis de Vietnam, el Watergate, el Chile de Allende, la matanza de los Juegos de Münich, las medallas de Spitz y el cuarto Tour de Merckx. El duelo del siglo también agotó las existencias de tableros y consiguió las mayores audiencias en la historia de la televisión pública estadounidense. ¿Qué hizo de las 21 partidas de Reikiavik algo tan especial? En realidad, la Guerra Fría era sólo una metáfora inexacta y la tensión entre las superpotencias se había suavizado de forma perceptible, pero ambos bandos se tomaron el duelo como algo cruc ial. Cuando Fischer derrotó a Taimanov por un increíble 6-0 en la fase previa, el gran maestro ruso, periodista y pianista de prestigio, sufrió la humillación de no poder dar más conciertos. Sólo dio la cara por él Boris Spassky, el campeón incómodo, culto y religioso, artista bohemio e indisciplinado, la piedra en el zapato del sistema. "Cuando todos hayamos perdido ante Fischer, ¿seremos arrastrados por el fango?", se atrevió a preguntar.

Al otro lado, la temperatura no era más benigna. Henry Kissinger agotó argumentos para acabar con las continuas espantadas del aspirante, que huía en cuanto oteaba a la Prensa. Hasta que el consejero de Seguridad Nacional pulsó la tecla adecuada: "EE.UU. quiere que vayas y derrotes a los rusos". Y Bobby cogió su fusil, como un soldado que marcha al frente. Un error infantil en la primera partida y su incomparecencia en la segunda en protesta por la presencia de cámaras forzaron la nueva soflama de Kissinger: "Eres nuestro hombre contra los rojos". No sólo el ardor patriótico funcionaba con Fischer. Cuando no se sabía si haría acto de presencia en Reikiavik, un mecenas dobló el premio por darse el capricho de ver el duelo: "Si no tiene miedo de Spassky, he eliminado el elemento monetario", le retó. A estas alturas, "todo el mundo odiaba a Bobby", relata un periodista. "Se había sentado en una silla eléctrica y todos habrían accionado alegremente el interruptor. Pero nadie podía permitir que el hijo de puta se friera. ¿Qué hicieron? Pararon el mundo. Si todos caíamos de rodillas, tal vez accedería a continuar". En aquellas horas cruciales se vivieron escenas surrealistas. Una noche, Fischer reservó asiento en todos los vuelos que salían de la isla y se sucedieron las carreras en coche para evitar su fuga, con lo que había costado traerlo. Lo más increíble es que Spassky, nunca antes derrotado por Bobby y con 2-0 a su favor, estaba desmoralizado. Los soviéticos consideraban todo aquello una humillación y presionaban para evacuar al campeón. Le ordenaron volver y, en una nueva escaramuza bélica, el jefe de Agitación y Propaganda del Comité Central envió a un psiquiatra para convencerlo. "Spassky era un caballero. Los caballeros tal vez conquisten a las damas, pero pierden en el ajedrez", sentenció Korchnoi. El árbitro tampoco era feliz. La noche que adjudicó la segunda partida a Boris lloró en su habitación. "Pensaba que había destruido a un genio", confesó. El resto es la parte más conocida de la historia. Spassky accedió a jugar la tercera partida en una salita desnuda, sin cámaras ni público, y Fischer, crecido como el mejor McEnroe en medio de la tensión, emprendió una remontada espectacular. Los rusos denunciaron influencias electrónicas, psíquicas, parapsicológicas, desmontaron su silla en busca de objetos malignos y nunca perdonaron la deportividad de Boris. El ministro de Interior de Breznev comentaría dos años después sobre el equipo derrotado: "Si de mí dependiera, irían todos a la cárcel". Los años bárbaros Bobby no hacía prisioneros: "Los rusos han sido aniquilados. Es probable que ya estén arrepentidos de haber empezado a jugar", declaró a la BBC.

Pese a su altanería, no volvería a jugar ni una partida seria y se convirtió en un vagabundo. El viejo soldado acumuló odio antiamericano. Se sabe que jaleó el 11-S y que su dirección electrónica empezaba por "us is_shit", "estados unidos es una mierda". El libro termina en Japón, antes de la detención de Fischer y de su exilio en Islandia. Por el camino, revela la verdadera identidad de su padre biológico, a quien no conoció, y la existencia de un informe de 900 páginas sobre las simpatías izquierdistas de su madre, que el FBI reunió durante años.



19 noviembre, 2007

AS THE MAGIC DISAPPEARS

Just as you take my hand Just as you write my number down Just as the drinks arrive Just as they play your favourite song As the magic disappears No longer wound up like a spring Before you've had too much Come back and focus again

The walls abandon shape You've got a cheshire cat grin All blurring into one This place is on a mission Before the night owl Before the animal noises Closed circuit cameras Before you're comatose

Before you run away from me Before you're lost between the noise The beat goes round and round The beat goes round and round I never really got there I just pretended that I had What's the point of instruments Words are a sawed off shotgun Come on and let it out Come on and let it out Come on and let it out Come on and let it out Before you run away from me Before you start unravelling Before you take my mic Just as you dance, dance, dance...

Jigsaws falling into place There is nothing to explain Regard each other as you pass She looks back, you look back Not just once Not just twice Wish away the nightmare Wish away the nightmare You've got a light you can feel it on your back You've got a light you can feel it on your back Jigsaws falling into place...


ANTES DE QUE CORRAS LEJOS DE MÍ
ANTES DE QUE TE PIERDAS ENTRE EL RUIDO

08 noviembre, 2007

EL SUICIDIO DEL CISNE



desnúdate: / no tengo más doctrina que tu cuerpo / a medianoche el sexo es mediodía / unidos frotamos nuestras carnes igual que 2 antorchas que bailan con la nada / sudamos / gozo de gozos / qué cerca de morir: / en todo orgasmo se suicida un cisne / esperma / fin a tu pregunta / sobre mi placer una respuesta: / el mar no es comparable a la serenidad del hombre que eyacula...



OSCARBORONA