23 junio, 2006

CRÓNICAS MARCIANAS

Con motivo del 50 aniversario de la editorial y a fin de coincidir con la exposición conmemorativa en el Palau de la Virreina, en el marco del Año del Libro, Minotauro www.edicionesminotauro.com presenta una edición especial de Crónicas marcianas (Ray Bradbury, www.raybradbury.com) el primer libro que publicó el sello, en 1955.
Esta colección de relatos recoge la crónica de la colonización de Marte por parte de una humanidad que huye de un mundo al borde de la destrucción. Los colonos llevan consigo sus deseos más íntimos y el sueño de reproducir en el Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada en el porche al atardecer. Pero su equipaje incluye también los miedos ancestrales, que se traducen en odio a lo diferente, y las enfermedades que diezmarán a los marcianos.
Conforme a su concepción de lo que debe ser la ciencia ficción, Bradbury se traslada al futuro para iluminar el presente y explorar la naturaleza humana. Escritas en la década de los cuarenta, estas deslumbrantes e intensas historias constituyen un canto contra el racismo, la guerra y la censura, destilando nostalgia e idealismo. Ray Bradbury se consolidó como escritor con esta obra, ahora un clásico de las letras norteamericanas, con su estilo rico, inmediato y conmovedor, que le ha valido el apelativo de poeta de la ciencia ficción.
Ray Bradbury Crónicas marcianas (fragmento)
"Se llamaba Benjamin Driscoll, tenia treinta y un años y quería que Marte creciera verde y alto con arboles y follaje, produciendo aire, mucho aire, que aumentaría en cada temporada. Los arboles refrescarían las ciudades abrasadas por el verano, los arboles pararían los vientos del invierno. Un árbol podría ser tantas cosas: color, sombra, fruta, paraíso de los niños, universo aéreo de escalas y columpios, arquitectura de alimento y placer. Todo eso era un árbol. Pero los arboles eran, ante todo, fuente de aire puro y un suave murmullo que adormece a los hombres acostados de noche en lechos de nieve."

22 junio, 2006

ANAÏS NIN (FRANCIA, 1903-1977)

Escritora francesa que vivió la mayor parte de su vida en New York. Perteneció a un grupo de escritores que buscaba encontrar una forma de vida ideal, entre ellos podemos mencionar a D.H. Lawrence, H.G. Wells, y Henry Miller. Éste último fue quien la descubrió y quedó impactado tanto por ella como por su obra. Según sus propias palabras Nin había descubierto una literatura femenina y sería la única capacitada para romper con la escritura tradicionalmente patriarcal. No fue sino a este momento que sus textos fueron reconocidos por la crítica, aún cuando resultaban demasiado escandalosos para ser publicados por alguna editorial, por lo que ella los publicaba con su propio dinero. Su vida fue licenciosa y esto se muestra en toda su literatura en especial en los diarios. Los Diarios (ocho en total) eran para ella un amigo, incluso su único amigo. Según ella misma lo expresa, no hay hombre o ser capaz de corresponder su cariño y su amor. Nin fue narcisista por lo que era muy solitaria y sentía que nadie la podía comprender o amar como lo necesitaba. Sus relaciones que llegaron a todos los extremos, incesto y homosexualismo, fueron una manera de tener poder en un momento en que para una mujer esto era imposible. Por eso, sus diarios son fundamentales en el desarrollo cultural de la mujer, además de que resultan un interesante documento de su vida, son la evidencia de la lucha de una escritora por ser reconocida y valorada como ser inteligente e intelectual. Anais Nin inició sus diarios cuando tenía trece años y no dejó de escribirlos hasta su muerte.

CARTA DE ANAÏS NIN...
La sexualidad pierde su fuerza y su magia cuando se hace explícita, automática, exagerada, cuando se convierte en una obsesión mecánica. Llega a ser aburrida. Usted nos ha enseñado mejor que nadie lo erróneo que es no combinarla con la emoción, la sed, el deseo, la lujuria, los antojos, los caprichos, los lazos personales, las relaciones más profundas, que cambian su color, su sabor, sus ritmos y sus intensidades.

No sabe usted lo que se pierde con su análisis microscópico de la actividad sexual y la exclusión de todo lo demás, sin el combustible que la enciende: lo intelectual, lo imaginativo, lo romántico, lo emotivo. Es todo esto lo que da a la sexualidad sus sorprendentes texturas, sus sutiles transformaciones, sus elementos afrodisiacos. Usted reduce el mundo de sus sensaciones. Lo está marchitando, lo hace pasar sed, lo deja sin sangre... No hay dos pieles que tengan la misma textura, nunca hay la misma luz, ni la misma temperatura ni las mismas sombras, ni tampoco el mismo gesto; porque el amante, cuando está encendido por un verdadero amor, puede recorrer la interminable historia de tantos siglos de cuentos de amor. Una enorme gama, enormes cambios de época, variaciones de madurez e inocencia, perversidad y arte, animales graciosos y naturales.
FRAGMENTO DE SUS DIARIOS...
Me fui a mi cuarto, envenenada. Soplaba incesante el mistral, seco y cálido. Así llevaba días, desde que llegué. Destrozaba mis nervios. No pensé en nada. Me sentía dividida, esa división me mataba, la lucha por sentir la alegría, una alegría inalcanzable. La irrealidad opresiva. De nuevo la vida retrocediendo, eludiéndome. Tenía al hombre que amaba en mis pensamientos; lo tenía en mis brazos, en mi cuerpo. El hombre que busqué por todo el mundo, que marcó mi niñez y me perseguía. Había amado fragmentos de él en otros hombres: la brillantez de John, la compasión de Allendy, las abstracciones de Artaud, la fuerza creativa y el dinamismo de Henry. ¡Y el todo estaba allí, tan bello de cara y cuerpo, tan ardiente, con una mayor fuerza, todo unificado, sintetizado, más brillante, más abstracto, con mayor fuerza y sensualidad!.Este amor de hombre, por las semejanzas entre nosotros, por la relación de sangre, atrofiaba mi alegría. Y de este modo, la vida hacía conmigo su viejo truco de disolución, de pérdida de lo palpable, de lo normal. Soplaba el viento mistral y se destruían las formas y los sabores. El esperma era un veneno, un amor que era veneno.
Cualquier forma de amor que encuentres, vívelo. Libre o no libre, casado o soltero, heterosexual u homosexual, son aspectos que varían de cada persona...

20 junio, 2006

CARTA DESDE... GUINEA CONAKRY

Mañana me voy de Guinea. Hace ya más de tres años que llegué aquí y es tiempo de volver a la casilla de salida y ponerse a disposición del viento. Parte del trabajo que iniciamos cuando Soropogui, Gertrude, Mateo y yo nos instalamos en Kolouma después de los ataques de 2001 ha llegado a término, y la otra parte queda en manos mucho más capaces que las mías. Han sido años de espanto y belleza, de violencia y júbilo.
No sé si a ti te pasa, pero algunas veces, en los brazos de una mujer o en las líneas de un libro o por un monte de encinas, entiendes que estás recorriendo uno de los ochomiles de tu vida, que desde allí ves más lejos, el aire es más claro y los horizontes se te acercan a los pies como animales sumisos. A mí me ha sucedido aquí. No por todas las paparruchas de postal que el embelesado racismo de los occidentales ha endilgado a África: sus paisajes, su misterio, su primitivismo. No, ha sido por las personas.
El camino me ha obsequiado con la amistad de guineanos, australianos, europeos, liberianos, indios, congoleses, estadounidenses, costamarfileños, seres humanos de los cuatro vértices del planeta que se afanan por compartir las dádivas de la tierra y los frutos de la inteligencia con quienes pueden menos, con quienes menos tienen, y llaman a esto justicia. También he conocido aquí a muchísimos cabrones de esos mismos lugares, mas pienso que son las obras maestras y no las mediocres las que al final definen a un creador, a una especie. Y yo llevo tres años paseando por el Ermitage del hombre.
Tampoco olvido el horror, fue demasiado. Que no te engañen, el horror no es inherente a un país, a un continente, ha sido manufacturado, fabricado por gente como tú y como yo, y por gente como tú y como yo debe ser deshecho. El Nuevo Mundo aún está por descubrir: es hora de ir congregando a la tripulación.Ésta será mi última carta. Perdóname si grité demasiado: no busqué otra cosa que mostrar el vínculo existente entre los de allí y los de aquí, convencido de que todos pertenecen al mismo pronombre, nosotros. Gracias por escucharme. Ojalá nuestros pasos vuelvan a cruzarse en alguna plaza del tiempo. Si es así, déjame invitarte a un café y seguiremos conversando.
Guinea Conakry, 24 de febrero de 2005
Gonzalo Sánchez-Terán

16 junio, 2006

SAKAMOTO/NOTO SÓNAR 2006

Una hora de espectáculo y una decena de temas inauguraron la cita anual barcelonesa.
El japonés Ryuichi Sakamoto y el alemán Alva Noto abrieron oficialmente en L'Auditori de Barcelona el XIII Festival Internacional de Música Avanzada y Arte Multimedia, Sónar, con un espectáculo hipnótico en el que el piano y la electrónica unieron esfuerzos.
En un escenario presidido por una pantalla en el que se proyectaban imágenes acompasadas al ritmo de la música, Ryuichi Sakamoto, tras su piano de cola negro, y Alva Noto, parapetado tras sus sintetizadores en una mesa blanca, han envuelto L'Auditori de pasajes hipnóticos y absorbentes para presentar su proyecto Insen. Una hora de espectáculo y una decena de temas en los que en ocasiones la programación de Noto, nombre artístico de Carlsten Nicolai, remezclaba los sonidos del piano de Sakamoto y en otros el piano de Sakamoto se sumaba a los pasajes electrónicos que proponía Noto.

BALAGO / ERM




”ERM” es el debut del trío barcelonés Balago, un trabajo inclasificable que sorprendió a propios y extraños y significó uno de los momentos más interesantes del año 2001. Entre el ambient, la electrónica y eso que ahora llaman post rock, la propuesta que nos ofrecen Guim Serradesanferm (Sintetizadores y samplers), David Crespo (Guitarra y programación) y Jordi Soldevila ( Guitarra y Programación) va entrando poco a poco en nuestra cabeza, aturdiéndola y creando en ella paisajes imaginarios.
Abre el disco la impresionante “Adf”, con sus casi 10 minutos y una base hipnótica que nos recuerda algo al “Carnage Visors” de los Cure del 81, sin olvidarnos por supuesto de ese piano final...que cuadra a la perfección con “Carlora”. Imprescindibles también, ”Decla” que podría estar en la banda sonora de Paris Texas, o la compleja “Klara”. Piezas instrumentales, densas... bandas sonoras de películas que nunca existieron y un sonido a la altura de grupos consagrados como Godspeed you black emperor!, Hood, Sigur Rós, Low... convierten a ”ERM.” en un disco lleno de brillantez en el que se da una lección de cómo utilizar las máquinas para conmover. Un trabajo cargado de pasajes sonoros que poca gente en nuestro país puede presumir de hacer.

Disco que bien podría titularse-crónica del desaliento. Pero se titula "ERM" (yermo). erm: lloc no conreat, lloc desert, inhabitat, on es retiren una o més persones per fer vida religiosa. Nombre que dice nada y dice todo. Una línea imaginaria que parte de ninguna parte y sin rumbo fijo. La música fluye. Banda sonora de la desolación, del sueño, del drama y de todos los estados de ánimo. Siempre desde la timidez. No hay grandes alardes de joya. Es alegría contenida. La tristeza, sí es emocionante. Crónica, a cámara lenta (muy lenta) del vacío. Disco de debut de Balago con poco más que un secuenciador, un sintetizador, un par de guitarras y un sampler. Así se construye el andamiaje de una casa con muchas habita(emo)ciones. Balago parten de la abstracción expresiva y construyen canciones que son ambientes sin grietas, sin invitación al bostezo. ¿puede emocionar la nada? La nada no; pero la aproximación a la nada sí. Y así cada tema se acerca al vacío, lo roza, y se convierte en materia inflamable. Porque balago también raspan. Se siente, se intuye el pulso a pocas revoluciones de la emoción pura. En este disco sobreviven momentos estremecedores que quedan para siempre (Adf, Carlota, Maccabea...).¿Referencias? Aphex Twin, Tortoise, Labradford, Hood, Dirty Three
.
Poesía y tensión, la espera de algo que no llega, y a través de la mínima expresión. Balago sólo necesitan una escuálida caja de ritmos y un par de guitarras limpias para decir todo lo que hace falta: nada. Porque ahí esta todo.
Erm contiene diez temas que describen la punción de agujas, lentamente y una a una, en todo el cuerpo, hasta dejarlo inconsciente. Más allá, el dolor se confunde con el placer. Música para noches tortuosas y de insomnio, para mañanas llenas de fantasmas.

15 junio, 2006

EL HOMBRE QUE SALIÓ DE LA TARTA

NUNCA CONOCÍ A JESSIE

y qué hacías jessie, con los pies fríos, leyendo
a hegel en el puerto de san francisco.
A.S.

y qué hacías jessie en mitad del desierto
leyendo a keats mientras la arena sumergía a los gatos en el más profundo silencio de las dunas. jamesville no es un lugar para la poesía, jamás, aunque sabes que de esa tierra brota el olor del pasado. la huida. el revolver perdido en la maleta, bajo el imperio de la ropa que ya no es tuya. y qué hacías, jessie, qué hacías. él estaba dormido en el asiento de atrás y sobre tus labios aún permanecía un lejano sabor a pomelo. dime jessie, qué hacías. ¿por qué no estabas solo? ¿por qué vivías aún de la miseria y de los pájaros? ¿por qué? ¿por qué ese irreal destino de las cosas? dime, jessie -auriga terrible del deseo- dime, de cuántos viejos has vivido, cuánto tiempo, bajo qué sudor has sido condenado de aquí a jamesville, de cadiz a virginia, qué error o qué virtud, qué sal o qué nada dibuja tu sombra y te empuja bajo los árboles, perdido ya el don de los años. jamesville no es un lugar para los gatos.

qué sol este mayo.

qué sabor terrible, jessie, el de los cuerpos callados.


Alberto Santamaría (Torrelavega, 1976)



13 junio, 2006

PETIT PLAISIRS, Julio Ceballos

Petit Plaisir Nº1

Yo amansaré este horizonte de mimbre
Yo me haré un ovillo entre las espadas
Yo tiritaré con las primeras huellas de tu invierno
sin dejar de sentir que todo sucede
en la Siberia de los sentidos.


Petit Plaisir Nº 3

Quiero describirte
como se describen los movimientos de las estatuas
en la niebla.

En cambio, dejaré hablar al viento;
y, a las noches, pasar en bandadas por mi huerta.


Petit Plaisir Nº 4

No será, nunca,
en nuestros abrazos.

Será en las batallas de octubre en las intemperies y los chubascos
donde rastree
la importancia de esta amante fiel en que te conviertes
cuando no te necesito.


Petit Plaisir Nº5

Sólo quedamos tú y yo esperando
en esta sala de espera desierta
una necesidad que nos asalte y nos reúna.



Petit Plaisir Nº6

He vuelto a encender
las últimas velas
antes de escudriñar el horizonte
y comprobar que el mar
también miente.



Petit Plaisir Nº7

Yo te invito
a no intentar ni empezar nada
a no desbaratar las horas
a no rebelarte contra nadie,
que aún le queda aliento
esta noche a este noviembre
para desarmarte.
Que hay en este silencio
un miedo inconmensurable
a aceptar lo mucho que nos parecemos,
con los años,
a gente solitaria.






Petit Plaisir Nº 8

En el brillar del fuego recuerdo el fuego
de tu mirada quisiera
oírte pronunciar mi nombre
con el sonido de todo tu cuerpo
pegado a la tierra y
detener mi corazón junto
a tu corazón tomar impulso
dejarlo correr colina abajo.






Petit Plaisir Nº9

Que las mujeres eran mujeres
no lo supimos
hasta el día en que deshabitaron las ciudades
sembrando los descampados
de perfumados harapos y tierra negra
de plumas de cuervo sobre la nieve
y de un invierno gélido, silencioso y oblicuo.



Petit Plaisir Nº 10

A cada momento
parten trenes
de todas partes
en todas las direcciones
que no se volverán a cruzar.
No se puede evitar lamentarlo.
No tiene sentido alguno resistirse. Ni llorar por ello.






Petit Plaisir Nº 11

(...y si creo que has muerto
no volviendo a mirar en la dirección en la que me encuentro
y me hago huésped en tu silencio. No volviendo a amar
acabaré
por acostumbrarme al vestirse,
mi sangre,
de mar, de infinitud, calima y tiempo)





Petit Plaisir Nº14

Aquí dentro
está subiendo la marea.
Sobre esa marea
siento un murmullo de barcos fondeados
esperando entrar en puerto.

Cada noche anochece
de manera diferente en mí.

El invierno fue un tren detenido
en lo más profundo del túnel.

¿Qué pasa
cuando no pasa nada?

No es tú mirada.

Es una luz
al final de esa mirada
que ilumina el paisaje.




Petit Plaisir Nº12

Has puesto a tender tus vientos del Noroeste.
Has alejado el tiempo de las arboledas
- aunque aquí escribiré que me has olvidado –
y me has llenado las horas de heno;
pero me consuelo con beber el agua de tus arrozales
porque tus domingos
tienen más luz
de la que cabe en mis ojos.




Petit Plaisir Nº33

Agotado
llego de otro corazón
a esta playa blanca
después de los naufragios.

Encontré todo cuanto me rodeaba
hermoso.
Y me senté al sol
al borde de la última E
de tu nombre.
Cansado.
Escribí esto.

"Todo es tiempo. Me refiero a este suicidio
que busca sus raíces en mis días."

Tenía que decírtelo;
hay quien ha muerto de amor
por mucho menos.





09 junio, 2006

FINAL, MARTÍN LÓPEZ-VEGA

Juntos en la glorieta del castillo de Schönbrunn
viendo caer el sol sobre la ciudad vieja,
o en un rincón perdido de la calle Löwengasse
-por ejemplo el café Blasel, donde besamos
a la vida besando nuestros labios-
es como me gusta recordarnos:
o en el Graben, donde te conocí
aquella fría tarde que cantábais
las más tristes canciones:
¡Qué bonitos labios tienes,
te los besaré!
¡Qué bonitos ojos tienes,
te los robaré!
Y vaya que si los robaste.
Sedientas calles buscando tus labios,
largas tardes en que no venías,
soledades, miedos, adioses.
De lo que sucedió después
prefiero no recordar nada.
El amor nos vuelve estúpidos y ciegos,
y crueles al saber
que hay alguien que no amamos y nos ama,
como si ver sufrir a los demás por nuestra culpa
fuese el único pago
a nuestro propio sufrimiento,
a la angustia de saberse frágiles y breves.
Ahora todo aquello ya no me hace daño.
Mi estupidez de entonces me provoca
tan sólo una sonrisa melancólica,
pero ya no quema.
Y tú,
eres sólo una sombra
que se dirige, sola y sin camino cierto,
al país sin regreso del olvido.

08 junio, 2006

PETER HANDKE (Austria, 1942)

Cuando el niño era niño andaba con los brazos colgando, quería que el arroyo fuera un río, que el río fuera un torrente y que este charco fuera el mar. Cuando el niño era niño no sabía que era niño, para él todo estaba animado, y todas las almas eran una. Cuando el niño era niño no tenía opinión sobre nada, no tenía ninguna costumbre, se sentaba en cuclillas, tenía un remolino en el cabello y no ponía caras cuando lo fotografiaban.

(...)

Cuando el niño era niño no podía pasar las espinacas, los porotos, el arroz con leche y la coliflor salteada. Ahora se lo come todo, y no porque lo obliguen. Cuando el niño era niño despertó una vez en una cama extraña, y ahora una y otra vez. Muchas personas le parecían bellas, y ahora sólo con suerte. Imaginaba claramente un paraíso, y ahora apenas puede intuirlo. Nada podía pensar de la nada, y hoy esta idea lo estremece. Cuando el niño era niño jugaba con entusiasmo, y ahora se sumerje en sus cosas como antes, sólo cuando esas cosas son su trabajo.

(...)

Cuando el niño era niño, las manzanas y el pan le bastaban de alimento, y todavía es así. Cuando el niño era niño, las bayas le caían en la mano sólo como caen las bayas, y ahora todavía lo hacen. Las nueces frescas le ponían áspera la lengua, y todavía es así. Encima de cada montaña tenía el anhelo de una montaña más alta, y en cada ciudad el anhelo de una ciudad más grande, y siempre es así todavía. En la copa del árbol tiraba de las cerezas con igual deleite como hoy todavía lo sigue haciendo. Se asustaba de los extraños, y todavía se asusta; esperaba las primeras nieves, y todavía las espera. Cuando el niño era niño, lanzó un palo como una lanza contra un árbol, y aún hoy vibra todavía. " Peter Handke, las alas del deseo (fragmento)

PETER HANDKE, Poeta, dramaturgo, novelista, guionista y director de cine
austriaco nacido en Griffen. Estudió Derecho en la Universidad de Graz de 1961 a
1965. Empezó escribiendo al mismo tiempo novelas, obras de teatro, poesía y
prosa, con el ánimo de distanciarse de las convenciones literarias establecidas
y de tomar contacto con la -Heile Natur-, o mundo interior, un concepto que él
deriva de Goethe. A su obra se la considera representativa del estilo de la Neue
Subjektivität (Nueva Subjetividad). Sus numerosas obras en diversos medios de
comunicación han sido por igual elogiadas y severamente criticadas por su
relación con la naturaleza y los efectos del lenguaje, su frecuente dependencia
de elementos autobiográficos y su uso de técnicas poco convencionales.

07 junio, 2006

EL PROTOCOLO DEL RUBOR

Ya habrá tiempo para el juego
de estudias o trabajas, cómo tú
por aquí, qué tal tu hermano,
tu padre, tu perro, dónde vives,
qué te gusta, viste esa película
-pues a mí me sorprendió-, si prefieres
la comida china o la italiana,
el whisky en vaso bajo, eres abstemia,
practicas la gimnasia rítmica, la Ouija,
o si has estado o no en Londres o París.

Ya habrá tiempo de mi amor, mi vida,
tiempo para el calor o la ternura,
el dulce recogimiento postcoital,
el cigarrillo de tu marca favorita,
una copa de vino o un café con leche,
confidencias susurradas al oído
en la penumbra de la habitación.

Ya habrá tiempo para el asco,
la desidia, los gritos, las palabras
malsonantes, platos rotos, lágrimas,
consuelos, encuentros, desencuentros,
misivas de odio o de rencor,
si es que así la vida nos lo exige
y esto no se queda en las cenizas
de una noche que se quema aquí y ahora,
entre los fuegos fatuos de una estúpida
comedia programa por dictamen
de un descerebrado dios.

Pero tú sabes y yo sé que nunca
hay tiempo. Así que calla. Y mírame.
Y alza esa copa entre sonrisas y balbuce:
"Por qué no me follas, de una vez".

Roger Wolfe, Arde Babilonia.
Colección Visor de Poesía, 1994-nº325

06 junio, 2006

WONG KAR-WAI, DESEANDO AMAR/2046

Wong Kar-Wai es hoy por hoy el director más prometedor del cine hecho en Honk Kong, alabado en Europa, respetado por los círculos de críticos en Estados Unidos, pero casi desconocido para la población en general. Kar-Wai ha influenciado discretamente a muchos directores occidentales y ha su vez a cautivado las mentes de quienes logran ver sus películas. La mayoría de sus películas se centran en relaciones interpersonales, de naturaleza amorosa que han ido mal, o van mal. Al igual le fascina ver cómo sus personajes afrontan la pérdida del "amor" y se adaptan a "comenzar de nuevo."

DESEANDO AMAR, Wong Kar-Wai. (2001)

Ganadora de numerosos premios, cinta de amor oculto, negro y no correspondido, embellecida con el sensual canto de unos violines en una hermosa melodía llamada "Yumeji´s theme". La misma está ambientada en el Hong Kong de 1962. Dos parejas se mudan el mismo día a unos cuartos alquilados dentro de apartamentos de dos familas vecinas de un complejo de edificios. Allí con el tiempo descubren que sus respectivas parejas le son infieles causando en ellos una reaccion inesperada. Deciden descubrir la causa de la infidelidad de sus esposos, actuando y simulando salidas y encuentros. Esta extraña relación va nutriéndose y va rayando en la creación de una nueva relacion, una amorosa entre ellos dos. Lo intersante de la pelicula es como Wong logra mediante tiros de cámara parciales, que parecen espiar por los recovecos de las calles y apartemenos donde la trama se desarrolla, crear una película que no utiliza mucho diálogo, pero que con su composición nos lleva en un sube y baja de emociones. La poesía visual que estremece al cine y a los corazones del futuro. Un canto al amor roto e imposible. Al dolor y a la vida, al deseo y a la fuerza de los sentimientos. Apología de la belleza, de los colores y del arte.
2046, Wong Kar-Wai. (2004)
"...tengo un secreto que contarte..."
2046 no es un film al uso, sino que es un film que se llevo a cabo de forma paralela al anterior rodaje de esa obra maestra llamada "in the mood for love, deseando amar" con la que guarda una íntima relación y con la que cierra todos los círculos del propio director, de sus personajes y de sus historias. Inteligencia, elegancia y sensibilidad.
Era escritor y pensaba que escribía sobre el futuro, pero realmente escribía sobre el pasado. En su novela, un misterioso tren salía de vez en cuando hacia el año 2046. Todos los que iban en él tenían la misma intención : recuperar su memoria perdida. Se decía que en el 2046 nada cambiaría. Nadie sabía a ciencia cierta si era verdad, porque ninguno de los que fueron volvió jamás. Excepto uno. Estuvo allí. Eligió marcharse. Quería cambiar.
"...de vez en cuando un tren misterioso parte hacia 2046..."
2046 habla del amor, por supuesto, pero más que del amor habla de la memoria, de la necesidad de tener un lugar donde guardar y esconder recuerdos, pensamientos, frustaciones, deseos inconfesables, sueños y esperanzas. Pecados.
Desde este punto de vista es imprescindible haber visto antes "Deseando Amar". 2046 envuelve con su sutil capa a la primera, completando por oposición el mismo mensaje. Sugerencia y ausencia de contacto, contra sexualidad más o menos explícita y concreción del deseo. Búsqueda infructuosa de la realización de un amor imposible contra la búsqueda infructuosa de recuperar un sentimiento igual de intenso que el que se vivió en algún momento del pasado. Y así sucesivamente. 2046 es una película sobre las promesas, sobre cómo podemos en nuestra vana ilusión, pretender que las cosas puedan permanecer invariables, sin cambios durante toda una vida, ese deseo tan humano de capturar ese momento imborrable y tratar de preservarlo para siempre.
Tenemos que sentirnos dichosos de que el cine cuente con un autor tan excepcional como Wong Kar-Wai, creador de un universo personal, magnético, en el que el presente está permanentemente atrapado y condicionado por ese pasado al que se intenta regresar una y otra vez de manera imposible y al que siempre se volverá en el futuro, en un eterno retorno, un laberinto lleno de hipnóticas imágenes por cuya belleza nos dejamos arrastrar y seducir sin que nuestra consciencia tenga mucho que decir al respecto mientras las distintas historias de amor y desencuentros que vive el protagonista se superponen y se miran en un frenético juego de espejos inagotable en el que tiene capacidad para reconocerse cualquier espectador que alguna vez haya amado o haya sido amado. Es decir todos nosotros.
Todos tenemos necesidad de un lugar donde esconder o guardar ciertos recuerdos, pensamientos, impulsos, sueños y esperanzas. Son aspectos de nuestras vidas que no podemos resolver o sobre los cuales no podemos decidir, y al mismo tiempo sentimos miedo de ellos. Para algunos se trata de un lugar real, para otros de un espacio de la mente, para unos pocos no es nada. "2046" es un proyecto que se empezó a preparar hace más de cuatro años. El tiempo empleado en la realización del film ha sido largo y lleno de acontecimientos. Al igual que los recuerdos que queremos, era difícil dejarlo.
Wong Kar Wai
en el pasado, cuando las personas tenían secretos,
y esos secretos no deseaban compartirlos, subían a una montaña
buscaban un árbol y tallaban un agujero en él
para susurrar el secreto en el agujero,
luego lo recubrían con barro
de ese modo nadie más lo descubriría
sin embargo en una ocasíon me enamoré de alguien,
al cabo de un tiempo ella ya no estaba
fui hasta 2046 creyendo que podría estar esperándome allí
pero no la encontré
no puedo dejar de preguntarme si ella me amaba o no
no obstante nunca lo averigué
tal vez su respuesta fuera como un secreto que nadie sabría jamás;
todos los recuerdos son surcos de lágrimas...

04 junio, 2006

DUBLÍN, EMBRUJADO POR SAMUEL BECKETT

Esperando a Godot pasa por ser uno de los títulos más enigmáticos de la literatura. Su autor, el dublinés Samuel Beckett (1906-1989), siempre corrigió a quienes querían ver en él una metáfora de Dios (God, en inglés). Pero nunca desmintió la teoría que asegura que un día, en el Tour de Francia, se detuvo ante un grupo que permanecía de pie junto a la carretera cuando ya había pasado el pelotón. Al preguntar Beckett qué hacía allí aquella gente, obtuvo esta respuesta: "En attendant Godot". El tal Godot, al parecer, era el más viejo y lento de los corredores.

Este año se cumple el centenario del nacimiento de su autor (las celebraciones se prolongan durante todo el año), pero hace mucho que en Dublín dejaron de esperar a Beckett. El escritor y dramaturgo irlandés emigró a París en 1933, escribió en francés, se unió a la Resistencia y está enterrado en el cementerio de Montparnasse. No es fácil, por tanto, trazar una ruta Beckett en Dublín. Aunque parece que se inspiró en vecinos de Foxrock, el suburbio del sur donde nació y pasó su adolescencia, en su obra no hay lugares identificables, como ocurre en el Ulises de James Joyce. Y, sin embargo, aquí están Vladímir y Estragón. Al atardecer. No junto a un árbol y en un descampado, sino en el patio del Trinity College, donde estudió Beckett (hasta finales de junio se exhiben en la biblioteca sus cartas y manuscritos), encarnados en los dos actores del Dublin Literary Pub Crawl, una ruta alcohólico-literaria con parada en los pubs del centro.

"Estragón. ¡Hermoso lugar! Vámonos.
Vladímir. No podemos.
Estragón. ¿Por qué?
Vladímir. Esperamos a Godot".

Como todos los dublineses saben, las esperas se llevan mejor con una o cinco pintas de cerveza, casi siempre Guinness, la oscura y densa Stout local. En su época de estudiante frecuentaba The Pavilion, el bar del campus del Trinity College, aunque prefería las pintas proletarias de Pearse Street y Westland Row al ambiente literario de los pubs de Grafton Street. The Brazen Head, el pub más antiguo de Irlanda, permanece desde 1198 en la esquina noroeste de la ciudad vieja. Su lema: "There are no strangers here, only friends who have never met (Aquí no hay extraños, sólo amigos que nunca se han conocido)".

Tal vez para contrarrestar sus oscuros orígenes -Dublín deriva de Dubh Linn, un topónimo gaélico que significa pantano negro-, casi todas las guías de viaje alaban la luminosidad de sus cielos en los escasos días en que no llueve. "¿El cielo? ¿Qué tiene de extraordinario?", exclama Lucky, otro de los personajes de Esperando a Godot. "Es pálido y luminoso, como cualquier otro cielo a esta misma hora. En estas latitudes. Cuando hace buen tiempo (...). Pero luego palidece, y tras ese velo de dulzura cabalga la noche y vendrá a arrojarse sobre nosotros [chasquea los dedos]. ¡Paff!, así, cuando menos lo esperemos. Eso es lo que pasa en esta puta tierra". La decadencia le llegó a Dublín tras la unificación forzosa con Gran Bretaña, en 1801, y no se recuperó hasta mucho después de su ruptura definitiva con el Reino Unido, ocurrida en 1937. En medio queda la Insurrección de Pascua de 1916, ahogada en sangre hace 90 años.

El largo declive de la ciudad no le ha impedido dar a luz a cuatro premios Nobel -William B. Yeats, Samuel Beckett, Bernard Shaw y Seamous Heaney (que nació en Ulster y hoy reside en Dublín)- y a escritores y artistas como Johnattan Swift, Oscar Wilde, James Joyce, Francis Bacon, Sean Scully... La mayoría se alejaron de ella, y, sin embargo, allí siguen, amados, odiados y admirados por sus habitantes, que celebran con fervor religioso el Bloomsday joyciano (el 16 de junio) o se vuelcan en las celebraciones del centenario de Beckett.

El tercero en discordia

La trilogía de grandes narradores dublineses contemporáneos estaría incompleta sin mencionar a Flann O'Brien (1911-1966), el único que se quedó. La revista The Dubliner lo recordaba en su número de abril, coincidiendo con el 40º aniversario de la muerte del escritor. "Flann O'Brien vivió en Dublín toda su vida. ¿Quién se acuerda de él este mes?". Admirado y eclipsado por Joyce y Beckett, poco conocido fuera de Irlanda (su gran obra, At Swim-Two Birds, permanece inédita en español), O'Brian fue un lúcido y humorístico borrachuzo, que llevaba siempre consigo un guante para cumplir la promesa que le hizo a su madre moribunda de no volver a tocar un vaso de cerveza.

Otro dipsómano con talento y humor, Francis Bacon, nació en el número 63 de Lower Baggot Street, en Dublín, aunque vivió y trabajó más de 30 años en el 7 de Reece Mews, South Kensington, Londres. Tras su muerte, ocurrida en Madrid en 1992, John Edwards, su amante y único heredero, donó su estudio londinense y todo lo que contenía a la Hugh Lane Gallery de Dublín. Los arqueólogos Edmund O'Donovan y Blaze O'Connor, con la ayuda del fotógrafo Perry Ogden, se ocuparon de su reconstrucción exacta, incluidas las manchas de pintura en las paredes y el polvo que cubría los objetos, empleando las mismas técnicas que se utilizan en las excavaciones. Trazaron una cuadrícula del espacio, y marcaron y fotografiaron los más de 7.000 objetos apilados o desparramados por el suelo, entre ellos 100 lienzos, 2.000 pinceles y 70 bocetos. Hoy, este espacio se ha convertido en una atracción singular, y muchos de sus visitantes son jóvenes dublineses (la mitad de la población tiene menos de 30 años), habitantes de una ciudad abarcable, acogedora y joven, cuya vida noctámbula y cultural se reparte entre la zona de Temple Bar, acotada por el río Liffey y Dame Street, y Grafton Street. Allí se pueden escuchar desde viejas baladas irlandesas hasta el mejor pop-rock del mundo, con álbumes míticos, como Astral weeks, de Van Morrison, natural de Belfast, o All that you can't leave behind, de U2. El caso es que a Dublín nunca le ha ido tan bien. Han hecho falta siglos, pero, como recuerda Beckett en un diálogo de Fin de partida, "Dios hizo el mundo en seis días, y usted no es capaz de hacerme un pantalón en tres meses", dice el cliente. "Pero señor, mire el mundo y mire mis pantalones", responde el sastre.

01 junio, 2006

TAMBALÉATE CONMIGO/CHARLES BUKOWSKI

que se tambalee conmigo todo lo triste
locos en casas de piedra
sin puertas,
leprosos que derraman amor y música
ranas que intentan dilucidar
el cielo;
que se tambaleen conmigo todas las cosas tristes:
dedos desgajados en una fragua
vejez como las sobras del desayuno
libros usados, gente usada
flores usadas, amor usado
te necesito
te necesito
te necesito
te necesito:
ha huido
como un caballo o un perro,
muerto o extraviado
o implacable.