20 octubre, 2008

LAS SIRENAS SIN CUELLO


Cuando acerco mi oído hasta tu cuello

-igual que el mar se oye-

puede oírse el amor. No sé si el viento,

ese animal que silba por tus venas,

conoce la región terrible a donde llama,

el viejo acantilado que hay detrás de sus voces.


Cuando tu corazón es un cronómetro

enredado en el mío

y acompasadamente

somos barcos desnudos que se hunden,

cuando la superficie

dura sólo un segundo,

las sirenas nos dicen que desaparecemos.


Silban los metros bajo el mar tembién.

Puede oírse el amor junto a tu cuello.

La ciudad sumergida nos espera.


L.G.M. (de diario cómplice)

1 comentario:

mariapán dijo...

Me diste..."Diario Cómplice" es mi libro de cabecera...García Montero, mi debilidad...