
este es el cáliz de mi sangre
dichosos los llamados a este poema
dichoso el falo de las uvas
que fornica con la oscuridad
esta es la sangre de tu olor
dichosa tú
que sabes que no existo sin tu sed
dichosos nosotros que no nos amamos sin sexo
dichoso quien volcó la copa sobre tus gemidos
dichoso el vino la muerte y el cancer de orgasmo
este es el cáliz que sale de mi cuerpo
dichoso el enólogo que te violó llorando
este es el cáliz que fecundó a Eva
hágase el amor a tu recuerdo y semejanza
5 comentarios:
Enorme, balbon, enorme.
Enhorabuena por el poema.
PFR
muchisimas gracias a ti por
estar ahí al otro lado de los
inviernos...
Sergio, me pierdo
yo tambien!!!!
Abandonad toda esperanza aquellos que entráis aquí...
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